lunes, 29 de abril de 2013

Tema 3 - " ARTÍCULO " Fármacos a precio de oro, solo si funcionan.

Tema 3 - ARTÍCULO : Fármacos a precio de oro, solo si funcionan.




¿Cuánto vale un mes de vida de una persona? ¿Y seis meses? ¿Se le puede poner precio a la supervivencia de un enfermo? A cualquiera que se le pregunte dirá que no. Y sin embargo, este es un dilema que se plantean numerosos hospitales y todos los reguladores sanitarios del mundo desarrollado ante la llegada de nuevos medicamentos de precio tan elevado que pone a prueba la capacidad de respuesta del sistema sanitario. Entre las novedades, las hay muy caras pero muy efectivas y, en ese caso, no hay ninguna duda: el medicamento se aprueba y el único problema es buscar la forma de pagar la factura. Pero hay muchos otros fármacos, también extraordinariamente caros, que prolongan apenas algunas semanas o meses la vida, y en ocasiones, también el sufrimiento. En una situación de fuerte restricción presupuestaria, ¿es lícito limitar la incorporación de novedades terapéuticas? ¿En qué casos sería ético hacerlo?

La polémica ha surgido en España a raíz de unas declaraciones de Agustín Rivero, director general de Farmacia, quien en un acto público indicó que en adelante “se introducirán todos los medicamentos contra el cáncer que sean necesarios, siempre que su coste-eficacia sea adecuado”. Es decir, siempre que los beneficios compensen su elevadísimo coste. Hasta ahora, todas las innovaciones se incorporaban de forma prácticamente automática, pero desde hace un tiempo, los nuevos fármacos llegan a un precio tan desorbitado que han puesto en crisis los mecanismos de decisión. Y este es solo el principio.

El paso de la farmacología sintética a la biológica va a suponer un giro copernicano en la forma de tratar el cáncer. Conforme se conocen los mecanismos implicados en el proceso tumoral, se multiplican las dianas terapéuticas. Para los próximos años se espera una avalancha de nuevos antitumorales, lo cual es una muy buena noticia para los pacientes, pero también un desafío descomunal para el sistema sanitario. Según la base de datos oficial del Gobierno estadounidense, en febrero pasado había registrados 139.847 ensayos clínicos de medicamentos en todo el mundo, de los cuales 37.370 eran de fármacos contra el cáncer. Solo en cáncer de mama hay 5.136 ensayos en curso, 542 más que el mes de septiembre pasado, lo que da idea de la progresión.

La industria está nerviosa y los pacientes piden que se agilice el proceso.

No todos, por supuesto, llegarán a buen puerto, pero muchos de ellos sí y algunos plantearán el difícil dilema de si el beneficio que aportan compensa su elevado coste. Dilema de difícil solución si tomamos como ejemplo uno de los últimos medicamentos sometidos a aprobación, el anticuerpo monoclonal ipilimubab. Cuando en marzo de 2011 fue aprobado por la Food and Drug Administration de EE UU, el laboratorio Bristol-Myers Squibb lo presentó como “uno de los mejores avances en el tratamiento del melanoma en 30 años”. Este tipo de cáncer de piel tiene buen pronóstico si se diagnostica en fases iniciales y puede ser tratado con cirugía, pero una vez ha hecho metástasis, responde mal a la quimioterapia. En estos casos, la supervivencia a los cinco años no supera el 10%. En realidad, el nuevo fármaco no es tan revolucionario, pero es el único que aporta algo de mejora: un incremento de la supervivencia de seis meses de media.

El fármaco acaba de ser aprobado, pero condicionado a un protocolo clínico que aún se está elaborando. El coste alcanza unos 80.000 euros por paciente y año, y cada año hay unos 3.600 nuevos casos susceptibles de ser tratados. El precio, sin embargo, no es su único inconveniente: puede tener efectos adversos tan graves que ha de ser administrado en un hospital de alta tecnología.

Aunque la mejora es modesta, en este caso se ha tenido en cuenta que no hay otra alternativa, algo muy frecuente en oncología. En 2007 se aprobó el eculizumab, indicado en un tipo de hemoglobinuria que provoca la progresiva y muchas veces fatal destrucción de los glóbulos rojos de la sangre. A diferencia del anterior, este fármaco sí puede cambiar el curso de la enfermedad, pero cuesta unos 300.000 euros por paciente y año, de modo que apenas dos o tres enfermos pueden alterar el presupuesto de farmacia de cualquier hospital. Los gestores les temen hasta el punto de que en la jerga gerencial se ha acuñado una nueva categoría de enfermo, la de “paciente catastrófico”, no porque suponga ningún riesgo, sino porque su tratamiento puede echar por tierra cualquier previsión de gasto.

La leucemia tenía apenas cuatro años de esperanza de vida y ahora se cura.

La incorporación de los nuevos tratamientos plantea situaciones muy difíciles que no deberían recaer ni sobre el médico ni sobre el gestor hospitalario. Un organismo superior debería evaluar cada fármaco y decidir en qué casos está justificado y cómo ha de administrarse”, afirma Xavier Carné, Jefe de Farmacología del Hospital Clínico de Barcelona. En Cataluña se ha creado recientemente una comisión de medicamentos de uso hospitalario que ha supuesto un alivio para los gestores, pues fija los criterios de referencia.

Es muy duro para un clínico tomar decisiones de esta naturaleza, pero cada vez son más conscientes de que el coste ha de ser tenido en cuenta. Hace unos días, uno de los equipos médicos del Memorial Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York decidió no usar un nuevo medicamento (ziv-afilbercept) aprobado en agosto para el cáncer de colon avanzado porque la relación entre el coste y el beneficio no lo justificaba. El tratamiento apenas había logrado prolongar la vida de los pacientes una media de mes y medio, lo que representa 40.000 dólares por seis semanas más de vida y sufrimiento. Sanofi reaccionó rebajando el precio al 50%, lo cual no sirvió más que para afianzar la decisión clínica.

En estos momentos, si un fármaco es aprobado por la Agencia Europea del Medicamento, la española lo aprueba también, pero para poderlo prescribir ha de ser antes evaluado por una comisión interministerial de precios, que actúa como un semáforo. Algunos medicamentos han tardado hasta dos años en estar disponibles. De hecho, durante casi un año, no se incorporó al orden del día ningún medicamento de alto precio. En los últimos meses se han aprobado algunos pero hay todavía varias novedades pendientes. La industria está nerviosa y tanto los médicos como los pacientes presionan para que se agilice el proceso.

Si se retiran los anticuerpos monoclonales, el mal reaparece.

En el forcejeo actual por el precio, la aprobación se retrasa y el que sale perdiendo es el enfermo”, afirma Albert Jovell, presidente del Foro Español de Pacientes. “El Gobierno y la industria han de pactar un sistema ágil y transparente. No puede ser quelos pacientes de una comunidad tengan acceso a un nuevo fármaco y los de otra no”. Agustín Rivero asegura que está en estudio un nuevo mecanismo para evaluar y aprobar los nuevos tratamientos. “Se trata de priorizar aquellos que mejoren realmente o la supervivencia o la calidad de vida del paciente”, sostiene.

En el último año se ha denegado la aprobación de varios productos que no han acreditado un beneficio suficiente. Este dilema se planteará en el futuro con mucha frecuencia. Albert Jovell está de acuerdo en que debe considerarse la relación de coste-beneficio, pero recuerda que en el cáncer, los avances no suelen ser disruptivos, sino incrementales, a base de pequeñas mejoras que van alargando la supervivencia del paciente. Todos son conscientes, sin embargo, de que hay que prepararse para el gran cambio que se avecina.

Muchos de los nuevos fármacos en fase de ensayo no curarán el cáncer, pero permitirán vivir con él. Esta es, desde luego, una excelente noticia. En un foro reciente organizado por la Fundación Vila Casas en Barcelona, que dará lugar a una publicación sobre el tema, se planteó si estamos ante un cambio de paradigma. Si el cáncer puede llegar a convertirse, gracias a los nuevos fármacos, en una enfermedad crónica que no se cura pero tampoco mata. Esa es una perspectiva muy plausible y de hecho ya hay algunos ejemplos. El más significativo es el de la leucemia mieloide crónica. La aparición del imitinib (Glivec) marcó realmente un antes y un después. Hasta entonces, la única alternativa era el trasplante de médula, de resultados siempre inciertos. La esperanza de vida media era de cuatro años. Por fortuna para los pacientes, esta leucemia está provocada por una sola traslocación, a diferencia de muchos otros tumores, en los que pueden producirse hasta seis y siete mutaciones, de modo que no fue difícil encontrar la forma de neutralizarla. Gracias al Glivec, los pacientes ya no se mueren. Pero no pueden dejar de tomarlo.

Por primera vez hay un fármaco que frena la hepatitis C.

Francesc Bosch, jefe del servicio de Hematología del hospital Vall d’Hebrón de Barcelona, considera que este mismo proceso puede darse en otros tumores, pero eso puede disparar los costes. “En el caso de la leucemia mieloide se diagnostican unos 700 nuevos casos cada año, que se acumulan a los que ya están en tratamiento. El coste es de 60.000 euros por enfermo y año. Ahora se está estudiando si en algún caso podría suspenderse, pero de momento el medicamento ha de mantenerse de forma indefinida, pues si se retira, la enfermedad puede volver”, añade.

“El problema de los anticuerpos monoclonales es que en muchos casos frenan la enfermedad, pero en cuanto se retiran, reaparece”, corrobora Antoni Gilabert, responsable de Atención Farmacéutica del Servicio Catalán de la Salud. Convertir el cáncer en una enfermedad crónica significa que cada año se incrementa el número de tratamientos que financiar. “Nuestro gran reto es convencer a la sociedad y a los laboratorios de que hemos de priorizar aquellos que realmente aportan valor terapéutico, y tratar de ahorrar en los que aportan menos. El valor se ha de reflejar también en el precio”.

Otro caso que ilustra sobre las dificultades de este cambio de paradigma es el de la hepatitis C, un virus que es terriblemente insidioso porque no da síntomas hasta que el daño está hecho. Acaban de aparecer dos nuevos fármacos (bocetrevir y telaprevir) que reducen significativamente la carga viral y por primera vez, algunos enfermos incluso se curan. La infección por este virus puede conducir a una cirrosis hepática y a un cáncer de hígado, de ahí la importancia de tratar a los afectados de forma precoz. El tratamiento cuesta alrededor de 30.000 euros por paciente y año. Sanidad ha establecido un extenso protocolo de uso, pero no en todas las autonomías se aplica del mismo modo. Además, el protocolo excluye de momento a los pacientes que también están infectados por el virus del sida, aunque en algunos casos se les administra.

El dilema que se plantea es cómo incorporar esta mejora terapéutica de forma que el coste pueda ser asumido por la sanidad pública. Cuanto antes se administre, antes se para el daño. ¿Debería darse por tanto a todas las personas infectadas? Por otra parte, mucha gente puede estar infectada sin saberlo. ¿Debería promoverse la búsqueda activa de estos pacientes para prevenir futuros daños? “De momento, se ha decidido una incorporación gradual, de manera que se administra a los enfermos que tienen una mayor afectación hepática”, precisa Gilabert. Pero los que tienen menor afectación podrían evitar que la enfermedad progresase. Un dilema. En este caso, las autoridades sanitarias justifican la espera de estos pacientes no solo por el coste: en un par de años van a llegar otros dos o tres fármacos de la misma familia que ofrecen aún mejores resultados.

A la hora de evaluar el coste-beneficio hay que tener en cuenta las vidas que se puedan salvar y el sufrimiento que se pueda evitar, pero también los ahorros futuros. En este caso, aunque el medicamento tenga ahora un alto coste, hay que contar el ahorro que supondrá que estos pacientes no lleguen a padecer cirrosis o cáncer de pulmón. Estos son los dilemas de la medicina de hoy. En el balance no solo se cuentan los beneficios del presente, sino los ahorros del futuro. Un cálculo complejo que requiere mirar más allá de la angustiosa gestión del presente.

Riesgo compartido

El aumento de los costes ha hecho que muchos países hayan planteado restricciones en la incorporación de nuevos medicamentos. Jaume Puig-Junoy, profesor de Economía de la Salud de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, ha estudiado las diferentes regulaciones: “Las limitaciones nunca afectan a los fármacos que han demostrado valor terapéuticos, sino aquellos de segunda o tercera línea sobre cuya eficacia hay dudas o representan ventajas menores respecto de los ya existentes y además tienen efectos adversos graves”, aclara. Alemania, Suecia, Italia, Francia y Reino Unido son algunos de los países que han establecido limitaciones basadas en la relación entre el coste y la eficiencia. “La mayoría de los fármacos rechazados no es por el precio, sino porque no tienen una eficacia clara”, aclara Puig-Junoy.

Uno de los organismos con mayor experiencia es el NICE británico, una agencia independiente cuya misión es calcular la eficacia comparada o relativa de cada medicamento. Este sistema vincula el precio al valor terapéutico y traslada la carga de la prueba de eficacia al laboratorio. En su momento, el NICE estableció un coste máximo a financiar por el Sistema Nacional de Salud de 34.700 euros por año de vida ganado. Durante un tiempo esta cifra cubrió los medicamentos que comportaban realmente un beneficio claro. El problema es que muchos de los que se presentan para estadíos avanzados de cáncer la rebasan.

Es el caso de dos fármacos para el cáncer de riñón, que fueron rechazados en primera instancia porque se consideró que el beneficio terapéutico no justificaba el coste. La acumulación de casos ha obligado al NICE a relajar la norma y establecer que si el fármaco demuestra cierta eficacia en pacientes con dos años de esperanza de vida, la barrera del coste puede ser más alta. Como respuesta a las quejas de los pacientes, expresadas en la campaña Nice is not so nice, y para evitar que algunos hospitales cargen de forma desproporcionada con este coste, el Gobierno de Cameron ha creado un fondo de 200 millones de euros para financiar el uso de medicamentos con bajo coste-efectividad, pero que son la única alternativa para el paciente.

La reforma en marcha en España prevé un mecanismo único y trasparente de valoración que fije el posicionamiento terapéutico, es decir, las indicaciones precisas y las circunstancias en que puede ser administrado el fármaco. Agustín Rivero precisa que también incluirá una revisión anual del beneficio terapéutico, siguiendo el ejemplo de Francia, donde el precio se reduce si los resultados no son los esperados.

Para los fármacos con mayores dudas, la solución está en una fórmula que introdujo el NICE y que ya se ha aplicado en Cataluña en un fármaco para el cáncer de pulmón: el riesgo compartido. “El concepto es que no se paga por la caja, sino por lo que consigue”, dice Antoni Gilabert, responsable de Farmacia del Servicio Catalán de la Salud. El tratamiento se administra durante un tiempo establecido, y el sistema sanitario solo financia el de los pacientes que han respondido. El laboratorio comparte el riesgo y es el primer interesado en acotar bien los casos que pueden beneficiarse.

Preguntas y repuestas:

1. ¿Qué es un "paciente catastrófico"? Pon ejemplos de el tipo de tratamientos que necesitan.

 Porque su tratamiento puede echar por tierra cualquier previsión de gasto.


2. ¿Cómo funciona el NICE británico?
 
Es una agencia independiente cuya misión es calular la eficacia comparada o relativa de cada medicamento.


3. ¿Se aplica en España la estrategia del NICE? ¿Dónde y por qué?
 
La reforma en marcha prevé un mecanismo único y trasparente de valoración que fie el posicionamiento terapeutico.
En Cataluña, es un fármaco de Cáncer de pulmón, porque puede beneficiarse.


4. ¿Qué consecuencias puede tener la Hepatitis C, cuál es el nuevo tratamiento para ella y cuál es su coste? ¿Se aplica el nuevo tratamiento en todos los pacientes, en todas las comunidades, está esto justificado?
 
La infección por este virus puede conducir a una cirrosis hepática y un cáncer de hígado, su nuevo  tratamiento es (bocetrevir y telaprevir) que reducen significativamente la carga vial y por primera vez, algunos enfermos incluso se curan, su coste es alrededor de 30.000 euros por paciente y año.
No se excluyen a las personas con SIDA, y no en todas las autonomías se aplica del mismo modo, la justifican no solo por el coste sino también dicen por el motivo de que van a llegar en un par de años nuevos fármacos de la misma que ofrecen aún mejores resultados.





5. ¿ Qué significa convertir el cáncer en una enfermedad crónica ?

El cáncer puede llegar a convertirse, gracias a los nuevos fármacos, en una enfermedad crónica que no se cura pero tampoco mata.Convertir el cáncer en una enfermedad crónica significa que cada año se incrementa el número de tratamientos que financiar.

6. ¿Qué se espera de los nuevos fármacos contra el cáncer que se encuentran en fase de ensayo?
 
Prolongar más la vida del paciente y mejorar su estilo de vida.


7. ¿Qué nuevos medicamentos caros deben financiarse en estos momentos de crisis económica?
 
Los medicamentos antitumorales.

8. ¿Quien decide la incorporación de nuevos tratamientos y como debería de hacerse?

 
Un fármaco es aprobado por la Agencia Europea del Medicamento, debería de tratar de priorizar aquellos que mejoren realmente o la supervivencia o la calidad de vida del paciente.



9. ¿Qué porcentajes de los nuevos medicamentos, en fase de ensayo en el mundo, son contra el cáncer?
 
En el mundo hay 139.847 ensayos clínicos, de los cuales 37.370 ensayos clínicos son contra el cáncer.

10. ¿Qué han permitido los nuevos descubrimientos de los mecanismo implicados en el proceso tumoral?

 
En el paso de la farmacología sintética a la biológica va a suponer un giro copernico en la forma de tratar al cáncer.

11. ¿En qué condiciones, un nuevo medicamento muy caro se incorpora en las terapias?

 
Conforme se conocen los mecanismo implicados en el proceso tumoral, se multiplican las dianas terapéuticas.





miércoles, 17 de abril de 2013

Tema 3 - " ARTÍCULO " ¿ Quién mete el bisturí ?


 Tema 3 - " ARTÍCULO " ¿ Quién mete el bisturí ?


¿QUIÉN METE EL BISTURÍ? EL PAÍS 9/10/11

La sanidad se enfrenta a las dudas sobre su sostenibilidad, pero también a sus errores de gestión - Los políticos compitieron en prometer hospitales; ahora les toca aplicar cirugía al sistema.
Un español visita entre nueve y diez veces al año al médico, el doble que un francés o un británico. Ingiere más medicación (sobre todo antibióticos) que cualquier europeo. Solo el 15% de las veces que acude a un servicio de urgencias es para un caso realmente agudo. Y su esperanza de vida es una de las más altas de Europa. Cabría deducir que su longevidad es el fruto de sumar una forma de vida más saludable y un sistema sanitario accesible y de calidad. Luego nada debería cambiar. Los expertos no lo ven así: entienden que se han producido abusos, que el sistema sanitario español "tiene exceso de grasa" y que el enfermo está cambiando. Hay que modificar el modelo. Pero hacerlo en medio de una crisis económica obliga a una pregunta: ¿Están los políticos preparados para hacer de cirujanos?


El ciudadano no tiene datos sobre los resultados de los hospitales.



Los cambios sociales y de población obligan a cambiar el modelo.
España tiene más actos médicos que cualquier otro país de la OCDE.


"No es sostenible que hay cirugías solo de 9 a 15 horas", dice un experto.


La remuneración sin contar resultados está penalizando a los mejores.


Los recelos entre comunidades frenan un sistema de control de calidad.
El futuro es incierto por muchos motivos. Lo anuncia Albert Jovell, médico formado en Harvard y presidente del Foro Español de Pacientes: "Tenemos que considerar si el sistema podrá pagar lo que se le viene encima. Cada vez habrá más pacientes con varias enfermedades. Se nos avecina una epidemia de diabetes: un tercio de la población lo sufrirá y eso generará problemas de infartos, transplantes, cegueras...". La tendencia la confirma Eduard Portella, director de Antares Consulting, una compañía especializada en gestión de la salud con oficinas en varios países de Europa: "Hay una crisis de modelo. La oferta es muy especializada, está pensada para otro tipo de enfermo, el que tiene más de una enfermedad, que nada tiene que ver con el de ahora. Y el problema ya no será curarlo, sino mantenerlo con buena calidad de vida. Así, unos pocos gastan casi todo. Y nos encontramos con unos servicios sociales que son un mundo aparte".
El diagnóstico del sistema sanitario muestra que adolece de otro problema. El de la falta de información. El ciudadano debería saber que hay hospitales en España cuyo riesgo de mortalidad tras la utilización de una angioplastia coronaria es del doble respecto a otros centros. O que la tasa de mortalidad de ciertas dolencias menores registran diferencias de entre 2,2 y 4,5 veces entre áreas de salud. Datos que son desconocidos para los pacientes.

Cuando se habla de sanidad en España, el debate público ha estado caracterizado durante muchos años por una especie de concurso de buenas prácticas electorales según el cual se trataba de analizar quien prometía mayor número de hospitales y centros de salud. Se ha reflexionado sobre la equidad y la universalidad del acceso a la sanidad como una conquista que nos acerca a los países más avanzados socialmente. Se da por sentado que el sistema es excelente y más barato que en otros países de Europa. Es la joya de la corona de nuestro Estado del bienestar. Se acepta que hay un abuso en el consumo de medicamentos y conviene reducir el precio de la factura farmacéutica. Llegado el momento en el que la crisis económica coloca a las comunidades autónomas (para las que la sanidad ocupa un 40% de su presupuesto) en la tesitura de tener que hacer recortes, el debate debería ser otro. ¿Puede ser la sanidad más eficiente con menor coste?

Determinadas escenas son recurrentes a la hora de hacer una descripción de problemas que aquejan a la sanidad pública española. Pacientes en lista de espera desesperados porque su dolencia no acaba de solucionarse; servicios de urgencia con enfermos aguardando un diagnóstico en un pasillo o ancianos que deben esperar, entre fuertes dolores, dos meses para una prueba diagnóstica; ciudadanos que han sufrido las consecuencias de una negligencia. Escenas que suelen ir acompañadas de las declaraciones de médicos y enfermeros quejosos por un salario escaso que no recompensa tantos años de estudio. Es la foto de una sanidad necesitada de más inversiones.

Pero hay otros problemas que no están en la superficie, porque su conocimiento no está al alcance del ciudadano. Se debaten en simposios o se difunden en revistas médicas. Por ejemplo, las hospitalizaciones evitables para casos de complicaciones de diabetes pueden ser 12 veces más frecuentes en un área de salud que en otra. Los ingresos en hospitales debido a psicosis afectivas pueden ser 28 veces más frecuentes en un área de salud que en otra. El uso inapropiado de procedimientos (por ejemplo, la prostatectomía) puede variar hasta 7,7 veces. El aumento en la cifra de cesáreas es injustificado y se está generalizando. Estos y otros datos son síntomas de ineficacia y de abusos dentro del sistema. Así que dos escenas pueden aparecer contradictorias en un mismo hospital: tenemos al enfermo que aguarda en un pasillo para ser ingresado junto al paciente que ingresa demasiadas veces.

Los expertos coinciden en una frase cuando se refieren a la sanidad española: "Más gasto no equivale a más salud". Una frase más: "Tenemos más actos médicos que ningún otro país de la OCDE. Es un sistema inflacionista en actuaciones médicas".

En el transcurso de las últimas semanas se han producido varios hechos aparentemente contradictorios. La presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, inauguraba en la localidad de Torrejón un nuevo hospital muy al estilo de sus últimas obras: un edificio con diseño, amplios espacios y buena luminosidad dotado de todos los servicios para atender a cerca de 200.000 habitantes que viven en las proximidades. Casi paralelamente, la Generalitat anunciaba nuevos planes de recortes sanitarios: al cierre de algunos servicios y centros de salud durante el verano, le acompañaba un recorte lineal de salarios (media paga de navidad) entre los funcionarios del sistema sanitario, sin discriminar entre médicos, personal de enfermería o administrativos. Estas noticias se unían a otras conocidas durante el verano, como la resistencia en los centros sanitarios de la Comunidad Valenciana a expedir recetas a ciudadanos residentes en otras comunidades.

Tres circunstancias que ponen en evidencia diferentes formas de gestionar la sanidad en medio de la crisis. La noticia de la inauguración del hospital de Torrejón no ha estado acompañada de información alguna acerca de una remodelación de los servicios del Hospital de Alcalá de Henares, apenas a 10 kilómetros del recién inaugurado, que ahora debe responder a menos población. Ejemplo de que hay que revisar la gestión de los recursos.

Y no solo en la inauguración de centros. "No es sostenible que en España haya hospitales que hagan determinadas cirugías de 9 a 15h. Está demostrado que una unidad quirúrgica es mejor en cuanto opere más veces: la relación es directa", explica Juan del Llano, de la Fundación Gaspar Casal. "La grasa mala no solo es una exigencia económica. Es un principio de comportamiento no ético si se usan recursos que no se deben, si se toman decisiones no reflexionadas. Aquí hubo una carrera por abrir hospitales y centros de salud. Por ejemplo, en cirugía cardiaca infantil está científicamente comprobado que los resultados están asociados al volumen de operaciones. Cuanto más opera un médico, mejores resultados tiene. En ese sentido, no es de recibo que una misma comunidad autónoma tenga cuatro unidades de cirugía cardiaca infantil", sigue.

"La productividad quirúrgica de unas comunidades es mucho mayor que otras", asegura Juan Carlos Álvarez, socio director de Antares Consulting, experto en gestión de hospitales. "¿Hay sobreoferta? La respuesta sería 'no' por cuanto hay listas de espera, pero si la pregunta es si el sistema es eficiente, los números cantan solos: es sorprendente cómo varía la productividad entre hospitales". Un hospital público de Navarra opera un 80% más que uno de la vecina La Rioja.

La cuestión que se plantea es hacer cirugía con la sanidad en un sistema absolutamente descentralizado. ¿Dónde se hace necesario cortar y qué consecuencias traerá sobre la salud de los ciudadanos? ¿Habrá diferentes recortes según qué comunidades?

Entre el catálogo de causas que están en el origen del sobrepeso del sistema son redundantes dos. Una, la relacionada con el personal: el 45,4% del presupuesto sanitario va a gastos de personal, cuya productividad es baja en comparación con sus homólogos europeos (32 horas semanales por 39 en Alemania y Reino Unido o 35 en Francia) y su índice de absentismo es más elevado que la media española. Dos, una oferta hospitalaria excesiva (un hospital por cada 860.000 habitantes, el doble que otros países europeos) con un catálogo de servicios muy elevado. Así que recortar gastos de personal es una primera tentación, pero el problema es cómo hacerlo. "Las políticas de remuneraciones siempre han castigado al que lo hace mejor. Tenemos un problema de oferta muy rígida, con muchos funcionarios. Pregúntele a cualquier médico con quién se operaría. Ellos lo saben, nosotros, no", asegura Vicente Ortún, investigador del Centro de Investigación en Economía y Salud (CRES).

"Aquí no puedes cerrar coyunturalmente centros sanitarios", asegura Ricard Meneu, médico y doctor en Económicas, vicepresidente de la Fundación Instituto de Investigación en Servicios de Salud. "Lo peor es que reducir empleo pasa por hacerlo donde es posible (interinidades), con lo que te arriesgas a perder bastantes profesionales motivados y productivos. Pero sí, hay que reducir personal. Pero hay que hacerlo con más cabeza. Lo peor para un sistema estúpidamente igualitarista, contrario a recompensar a sus profesionales por su mérito, y alérgico a tomar decisiones de priorización es establecer diezmos como recortes del 10% del gasto, del 5% de los sueldos, del número de camas, a despecho de la aportación de cada una de las unidades afectadas".

"A pesar de que se habla de una coincidencia en el diagnóstico, yo no lo tengo tan claro", asegura Eduard Portella. "Unos repercuten todo el problema en la farmacia y yo sostengo que se han tomado 22 medidas en 10 años sobre el tema medicamentos. Creo que el medicamento ha dado de sí todo lo que podía dar. Los hay que piensan que la solución es el copago como fórmula de completar la financiación. Luego, quienes sostienen que hay que privatizar el modelo y quienes culpan del sobrecoste al Estado de las autonomías. Yo soy de los que piensan que antes de hacer otro invento hay que agotar la vía de la mejora de la gestión. El problema es que una legislatura no es suficiente".

Aparece entonces el problema de la política. Estamos en un sistema donde cuando cambia un Gobierno o un consejero del mismo partido cesan los directores de hospitales, como reconoce José Manuel Freire, del Instituto Carlos III y portavoz socialista en la Asamblea de Madrid. Vicente Ortún es más explícito en este asunto: "Los gestores pintan poco. Las decisiones todavía son clínicas y políticas. Los gestores tienen un papel secundario. Hay un problema de transparencia. Pongamos los datos al acceso del público. El ciudadano tiene derecho a saber cuáles son los mejores hospitales y qué centros son más eficaces. El día que se sepa cuánto cuesta un aparato en una comunidad y cuanto en otra, habrá que dar explicaciones. Es un problema de gestión que no mejorará si no mejora la política".

Llegado el tiempo de recortes, los expertos se inclinan por un pacto sanitario, por un consenso, por eliminar las bolsas de ineficacia que no perjudiquen la salud del paciente, incluso por estudiar la cooperación entre servicios regionales de salud. "Lo deseable sería aplicar las reducciones en aquellos servicios donde, a partir de un cierto umbral, más no es mejor", propone Meneu. "Pero eso requiere finura quirúrgica. Y cierto valor para enfrentarse con los afectados. Algo que no abunda en nuestra política ni en nuestra gestión pública, prefiriéndose generalmente escurrir el bulto, lo que parece que genera cabreados pero no enemigos", sigue.

"Hay que ser valientes", explica Juan de Llano. "Y tener coraje. Si el ciudadano está mejor informado se le pueden decir las cosas. La información es un asunto crucial y eso nos lleva a la transparencia. Es curioso porque las comunidades han hecho inversiones importantes en sistemas de información, pero no es un sistema conectado a nivel central", dice. De Llano toca un punto sensible: cada comunidad usa su propio sistema de información. Las aplicaciones informáticas en atención primaria con casi todas diferentes: la historia de salud digital en Andalucía es el programa Diraya, el de Valencia es Abucasis, la dispersión en historia clínica hospitalaria es aún mayor.

"He defendido que el sistema sanitario necesita deshacerse de grasa, aunque no de músculo", sostiene Meneu. "Deshacerse de grasa significa revisar ciertas prestaciones de eficacia cuestionable. Significa no hacer lo que no se debe, como haber multiplicado casi por 17 los costes en sistemas de información para la gestión, desarrollando uno cada autonomía. La falta de transparencia no solo es una burla democrática, es además una rémora a la mejora de la sanidad, pues está demostrado que esta información incentiva la mejora profesional por comparación. O sea que esta conducta de nuestros gobernantes sanitarios además de hacerlos socialmente impunes por irresponsables, les hace dañinos por impedir mejoras a partir de una información que ya existe, que ellos manejan y que hemos pagado todos los ciudadanos. De lo anterior se desprende que tomarán decisiones menos correctas por no disponer de una información existente que está indebidamente limitada. Si no podemos saber quién es el que lo hace mejor nos condenamos a insistir en nuestros errores".

En un panel organizado en julio de 2010 en Barcelona se les puso a 13 expertos en gestión ante 101 posibles medidas para mejorar la eficiencia del Sistema Nacional de Salud "manteniendo los resultados clínicos y de salud para pacientes y poblaciones". Las medidas más valoradas fueron las relacionadas con el buen gobierno (control de la corrupción, clientelismo político, conflicto de intereses) y la transparencia.

¿Hay datos suficientes para valorar cada modelo, cada hospital, la eficacia general del sistema? Los recelos entre las administraciones políticas han impedido la libre circulación de resultados hasta el punto de que la Agencia de Calidad, que en su día constituyó la ministra Ana Pastor (PP), no ha logrado todavía los objetivos para los que fue creada. Algunas comunidades han sido resistentes a la hora de enviar información (la de Madrid respecto de las listas de espera ha sido la más sonada). Sin embargo, se ha producido un hecho curioso, relacionado con el trabajo de unos científicos del Instituto Aragonés de la Salud, dirigidos por Enrique Bernal, en colaboración con otros colegas de Valencia, a la hora de confeccionar un Atlas de Variabilidad, una herramienta muy interesante para evaluar lo que se está haciendo en cada comunidad. Estos investigadores sí reciben datos, incluidos los de Madrid, la última en incorporarse, a cambio de que las comunidades aparezcan como participantes en la investigación. Sin embargo, los estudios no identifican regiones ni hospitales. Sólo habla genéricamente de áreas de salud.

¿Cuál es la razón? Algunos no quieren salir mal parados.
En esas condiciones, ante un enfermo cuyo diagnóstico no se quiere hacer público, ¿cómo actuarán los políticos cuando tengan que hacer cirugía con la sanidad?





Preguntas : 


1. ¿Se puede valorar cada hospital, cada modelo sanitario autonómico y en fin la eficacia de nuestro sistema sanitario en su conjunto? ¿Quién se está encargando de hacerlo y con qué resultados?

No, porque el ciudadano no está totalmente informado.
Se están encargando las administraciones públicas y todavía sin información suficiente.

2. ¿Como es el paciente español comparado con el europeo?

 
Vamos más veces al médico, consumimos más medicamentos que los europeos y en España hay mayor esperanza de vida.


3. ¿Cuáles son los principales problemas de nuestro sistema sanitario?

 
La falta de información al ciudadano, los errores de la gestión, la tardanza de las pruebas diagnosticas, la falta de camas en los centros sanitarios.



4. ¿Qué consecuencias tendrá la epidemia de diabetes que se avecina?
 
La sufrirá un tercio de la población y hará que haya más infartos, ceguera, trasplantes y todo lo que produzca la diabetes.


5. ¿Pon ejemplos de cómo se puede aumentar la eficacia de nuestro sistema sanitario con una mejora de la gestión?
 
Revisando la gestión de los recursos.
Cuánto más operan los cirujanos más experiencia obtienen.










6. ¿Cuál es el mejor quirófano? Pon dos ejemplos de mala gestión de la productividad quirúrgica.
 
Aquel que mejores operaciones tenga.
Los quirófanos sin uso.

7. ¿En qué consiste el pacto sanitario?

 
En eliminar lo perjudicial para el paciente y estudiar la cooperación entre servicios regionales.



8.¿De dónde se pueden recortar los gastos sanitarios?
 
Los gastos de personal son el 45% de los gastos sanitarios, recortar el gasto aumentando la productividad, el absentismo y las ofertas hospitalarias excesivas.





Tema 3 - " ARTÍCULO " La última frontera del trasplante

 Tema 3 - " ARTÍCULO " La última frontera del trasplante


"LA ÚLTIMA FRONTERA DEL TRASPLANTE" EL PAÍS 10/08/11

Limitaciones técnicas y éticas impiden ir mucho más allá del rostro en injertos convencionales - El cerebro y los ojos no son transferibles - El futuro pasa por los órganos bioartificiales.

En 1905 se practicó el primer trasplante del que hay constancia (de córnea). Un siglo después, este tipo de tratamiento ha evolucionado espectacularmente hasta alcanzar en los últimos años retos propios de la ciencia ficción. En 2005 llegó el primer injerto de cara (Francia), en 2008 el de brazos (Alemania) y hace unas semanas, el primero de piernas, que coordinó el cirujano Pedro Cavadas en el hospital La Fe de Valencia. ¿Cuál será el próximo alarde quirúrgico? ¿De útero, de ojos? ¿Dejará el trasplante de cerebro de ser una fantasía literaria como ha sucedido ya con el de cara?.

No parece que la edad de oro de los trasplantes espectaculares vaya a extenderse por mucho más tiempo. Quizás haya alguno más, como el trasplante de brazo "por encima del hombro" que estudia practicar el cirujano valenciano Pedro Cavadas, como anunció el viernes pasado. Pero los especialistas apuntan que el futuro pasa por la fabricación de órganos a partir de biomateriales y el empleo de células madre del propio paciente que esquivarían los problemas de rechazo, uno de los grandes inconvenientes de esta técnica, y la escasez de donaciones. El trasplante convencional (extraer tejidos u órganos de una persona para injertarlos en otra) podría está llegando al final de su recorrido por limitaciones técnicas (se desconoce cómo reconectar secciones del sistema nervioso central) y éticas: "No todo lo que se puede hacer se debe hacer", como indica el responsable de la Organización Nacional de Trasplantes, Rafael Matesanz.


"No todo lo que se puede hacer se debe hacer", indica Rafael Matesanz.



La polémica rodea al trasplante de útero, un órgano no vital.



El trasplante de cerebro en realidad sería un injerto de cuerpo.



Hace un mes se practicó el primer implante de órgano sintético.
Un ejemplo de este último caso es el polémico trasplante de útero. Existen opiniones encontradas sobre si está o no justificado. Técnicamente es posible y no supondría mucha mayor dificultad que el de riñón. Pero ¿vale la pena en términos de coste-beneficio? El equipo del Hospital Universitario Sahlgrenska de Gotemburgo (Suecia), que está trabajando en ello para principios de 2012, sostiene que sí. La paciente, Sara Ottson, de 25 años, padece el síndrome Rokitanski-Küster-Hauser, que afecta a 1 de cada 5.000 mujeres y que implica nacer sin útero y sin algunas partes de la vagina. Sara quiere tener un hijo y lo hará gracias a su madre, Eva Olson, de 56 años, que será la donante y que le prestará el órgano en el que la receptora fue gestada. Éste es, sin embargo, el menor de los debates éticos que plantea la intervención. "Como madre me han planteado todas estas preguntas. Es la única forma en la que mi hija podría tener un bebé", respondió Eva a la BBC en una entrevista. "Las dos somos mujeres muy racionales y pensamos que solo se trata de un órgano".

La cuestión de fondo es si el hecho de que Sara pueda tener un hijo (que sería concebido por técnicas de reproducción asistida y nacería por cesárea ya que el útero trasplantado no soportaría un parto natural) compensa todos los riesgos a los que se exponen madre e hija. Es decir, una intervención previa de unas tres horas para extraer el órgano de la madre (con todos los peligros que ello supone) seguida de una compleja operación de implante de otras tres horas con la dificultad añadida de la difícil ubicación del útero y la reconexión de los dos largos vasos sanguíneos que alimentan al órgano. Además, se desconoce si el útero en su nueva ubicación puede ser completamente (o incluso suficientemente) funcional para poder soportar un embarazo y llevarlo a término.

Todo ello mientras se somete a la madre a la agresiva medicación inmunosupresora que se administra a los receptores de trasplantes para evitar que rechacen el injerto y sin perder de vista que, si todo sale bien, habrá que extirpar el útero a la madre cuando dé a luz, lo que supone una nueva cita con el bisturí.

En el caso de la sanidad española, aún es más cuestionable que una red pública, con unos recursos cada vez más justos, deba de correr con los gastos en un caso en el que no se trata de salvar una vida, como en un trasplante de corazón, pulmón o hígado, sino de ofrecer a una mujer la posibilidad de sentir la maternidad.

El codirector del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) y jefe de servicio de ginecología y obstetricia del hospital La Fe de Valencia, Antonio Pellicer, se ha mostrado partidario de esta posibilidad para quien carezca de útero y quiera experimentar la gestación en primera persona. Este investigador ha indicado en distintas ocasiones que habría demanda de mujeres para someterse a esta intervención y que no hay que desdeñar la importancia del deseo de ser madre.

Rafael Matesanz no es de la misma opinión. El responsable de la ONT, el organismo encargado de conceder la autorización en España, cree que este caso es un ejemplo de que no todo lo que técnicamente puede hacerse debe hacerse. Matesanz destaca que para ser madre hay alternativas útiles que van desde la maternidad subrogada (los llamados vientres de alquiler, el acuerdo económico para que una mujer geste un hijo ajeno) hasta la adopción. Además, insiste en que el útero no es un órgano vital como pueda ser un corazón, un pulmón o un hígado. Es cierto que tampoco lo son unas piernas, un brazo o una cara. Sin embargo, en estos casos, sí existía un saldo positivo en la relación coste-beneficio. "Si faltan dos brazos el grado de discapacidad es enorme, no puedes comer, abrir una puerta... en estos casos merece la pena pasar por una operación compleja, la inmunosupresión y una larga rehabilitación porque aportas autonomía a la persona y se mejora sustancialmente su calidad de vida". Lo mismo supone con la cara (hay pacientes con problemas de deglución por no hablar  del rechazo social que sufren) o las piernas, siempre que no existan prótesis que permitan a la persona moverse con libertad. "En estos casos se solucionan problemas que no tendrían remedio de otra forma más allá del trasplante", explica Matesanz.

"No es mi campo, pero considero que hay una desproporción entre medios y beneficios a obtener", añade respecto al trasplante de útero el cirujano Tomás Gómez Cía, director de la unidad de gestión clínica de cirugía plástica y grandes quemados del hospital Virgen del Rocío de Sevilla y responsable del segundo trasplante de cara hecho en España.

El desequilibrio entre riesgos y beneficios, como advierten distintos especialistas en el trasplante de útero, marcaría uno de los límites de esta técnica. Otro tiene que ver con el desarrollo de la tecnología y el conocimiento científico.

A medida que avanzó la investigación se fueron sucediendo los éxitos médicos. Tras el primer trasplante de córnea (1905) llegó décadas más tarde el de riñón (1954) y de corazón (1967). Entre otros, esta técnica se aplica también en la piel, pulmón, hígado, hueso, páncreas y colon; además de cara, piernas, brazos o pared abdominal. En el área ocular se ha logrado resolver con éxito el trasplante de limbo corneal o de glándulas lacrimales. Incluso de párpados, uno de los puntos más críticos del trasplante de cara, ya que los párpados son muy susceptibles a infecciones que pueden acabar en ceguera. Sin embargo, la medicina aún no es capaz de hacer frente a un trasplante de ojos, por ejemplo. Para trasplantar un globo ocular e injertarlo en el donante haría falta cortar el nervio óptico, el cable que transmite la visión al cerebro. "Pero una vez seccionado, no sabemos cómo regenerarlo", apunta Matesanz. "Lo mismo pasaría con los oídos". Este problema es el que está detrás de la imposibilidad de devolver la movilidad a pacientes con paraplejias o tetraplejias. Una vez seccionada la médula, no hay forma de volver a conectar las conexiones nerviosas interrumpidas del sistema nervioso central.
Por este motivo tampoco sería posible trasplantar un cerebro, una intervención que implicaría seccionar el sistema nervioso central al separar el órgano de la médula y del resto de conexiones (oído, vista). Se han trasplantado células de la sustancia negra del cerebro, una técnica experimental para combatir el párkinson. Pero el trasplante de cerebro sigue siendo un reto propio de la ciencia ficción o la literatura fantástica.

Ese hipotético injerto tendría sentido, por ejemplo, en el caso de personas que padecieran una enfermedad degenerativa que estuviera afectando al cuerpo (una esclerosis lateral amiotrófica, por ejemplo), pero no a su cerebro. Sería la forma de rescatar un cerebro (y por ello una vida y una persona) de un cuerpo enfermo. Aunque más que de cerebro habría que referirse a este tipo de operación como trasplante de cuerpo. En este órgano es donde reside la vida y la personalidad. Y la regla de oro de la donación es que los órganos se extraen cuando el paciente se encuentra en estado de muerte cerebral, por lo que, en esta situación, el cerebro no se podría trasplantar. Lo que sucede en este caso es que lo que se donaría sería el cuerpo para servir de receptáculo al cerebro, que, en esencia, sería el receptor. Lo que ya comienza a ser una realidad es el desarrollo de órganos o tejidos creados con células madre, el camino por donde discurrirá el futuro de la terapia de trasplantes a juicio de Matesanz o Gómez Cía.

Existe una primera experiencia de éxito. A principios de junio, cirujanos del hospital Karolinska de Estocolmo (Suecia) trasplantaron a un enfermo con cáncer de 36 años una tráquea sintética.
Básicamente, se trata de un tubo (un compuesto polimérico) poroso colonizado por células madre que es una réplica perfecta de la tráquea original del paciente y que se tarda pocos días en confeccionar.

El hospital Clínic de Barcelona ya realizó una intervención similar en 2008. En esta caso se usó una tráquea de donante que, tras someterse a una limpieza especial para eliminar las células del donante susceptibles de despertar una reacción de rechazo, fue recubierta por células del receptor (epiteliales de la nariz y células madre de la cadera). La mira está puesta ahora en órganos complejos. Hay pruebas con animales en vejiga o tejido cavernosa del pene. Un equipo de la ONT, el hospital Gregorio Marañón de Madrid y la Universidad de Minnesota trabaja en la creación de corazones, hígados o riñones bioartificiales bajo una filosofía similar a la experiencia del Clínic de 2008.

En el horizonte final está la posibilidad de crear órganos de repuesto para sustituir corazones, pulmones o hígados enfermos solo con células madre, aprovechando su extraordinaria capacidad de proliferación y diferenciación. Pero aún quedan muchos obstáculos que salvar.




Preguntas: 
1. ¿Es cuestionable el trasplante de útero?
El desequilibrio entre riesgos y beneficios marca unos limites de esta técnica .La cirugía es compleja.

2. ¿ Como se ha conseguido trasplantar una tráquea ?
 
Hay dos técnicas , mediante un tubo sintético artificial colonizado por células madre del paciente que es una réplica perfecta de la traquea original.
La otra técnica usando una traquea de donante que se limpia de células para evitar rechazo y luego se coloniza con células madre del receptor.

3. ¿ Que problema técnico presenta el trasplante de cerebro, médula, ojos u oídos ?
 
La medicina hoy en día no es capaz de restaurar las conexiones nerviosas interrumpidas del sistema nervioso central.



4. ¿ Como se pretende superar el síndrome de la Rokitansky- Kuster-hauser en Suecia para permitir la gestación ?
 
Mediante trasplante de útero ya que las mujeres nacen con este sindrome los hacen sin útero y sin algunas partes de la vagina afecta a una de cada cinco mil. 









 

martes, 16 de abril de 2013

Tema 3 - Avances de la medicina " ACTIVIDADES "

Tema 3 - Avances de la medicina " ACTIVIDADES "

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Previsiones para la diabetes


El incremento de los casos de diabetes tipo 2 está asociada a la alimentación y al estilo de vida sedentaria.
Sus síntomas aparecen en la edad adulta y se perfila como el principal factor del aumento global de casos de diabetes en el mundo.
El siguiente mapa muestra las predicciones para el 2025.



Prevalencia de la diabetes para 2025
                                                  Prevalencia de la diabetes para 2025


¿Cómo prevenir la Diabetes tipo 2?
  • Dieta saludable
  • Actividad física regular
  • Mantener el peso dentro de los límites normales, evitar el sobrepeso y la obesidad
  • Evitar del consumo de tabaco
En el mapa se puede apreciar que los países con mayor desarrollo presentan una alta prevalencia estimada, de entre el 10% y el  14% (señalados con el color naranja oscuro).
  • La OMS estima que más de 220 millones de personas en todo el mundo tienen diabetes. Pero según este estudio, el número de adultos con diabetes en el mundo ha aumentado exageradamente entre 1980 y 2008 (aumentó de 153 millones a 347 millones)
  • La proporción de adultos con diabetes se elevó a 9,8% de los hombres y 9,2% de las mujeres en 2008, frente a 8,3% de los hombres y 7,5% de las mujeres en 1980
  • La diabetes ha aumentado en países insulares del Pacífico. En las Islas Marshall, un tercio de las mujeres y una cuarta parte de los hombres tienen diabetes
  • Entre los países ricos, el aumento de la diabetes fue más alto en América del Norte y relativamente menor en el oeste de Europa
  • Los niveles de glucosa en sangre son más altos en Estados Unidos, Groenlandia, Malta, Nueva Zelanda y España, y más bajos en los Países Bajos, Austria y Francia
  • La región con los niveles más bajos de glucosa es el África, seguida por Asia oriental y sudoriental
  • 138 millones de personas con diabetes viven en China e India
  • 36 millones de personas con diabetes viven en los Estados Unidos y Rusia
  • El tipo más común de diabetes es el 2, fuertemente asociado con la obesidad y un estilo de vida sedentario
  • La diabetes  causa alrededor de 3 millones de muertes cada año, una cifra que seguirá aumentando a medida que el número de personas afectadas aumente
  • Casi el 80% de las muertes por diabetes ocurren en países de bajos y medianos ingresos
A) ¿De qué variables crees que puede depender el incremento del porcentajes de diabéticos en una zona geográfica?

Depende generalmente del estilo de vida.
En el Norte de América, se produce por la mala alimentación.
En África,antes y actualemente tienen escasez de alimentos y aumentara la alimentación y esto sera el causante de la diabetes.
En Europa, también depende de la mala alimentación.
En Australia, debido a que viven muy pocas personas y las variaciones son poco notables.
En Rusia, debido al elevado consumo de alcohol.

B) Propón actuaciones para reducir esta tendencia.
Propongo lo que todos supongo, una vida sana, es decir, hacer deporte, no fumar ni beber alcohol, comer verduras y proteínas, tener una dieta baja en grasas. En resumen cuidarse todo lo posible. 

Gasto Sanitario
Estadística año 2005
 
El gasto de la sanidad pública en España aumenta año tras año. Se ha apuntado que en buena parte esto puede ser debido al envejecimiento de la población y al incremento del consumo farmacéutico, ligado a la aparición de nuevos medicamentos.



A) ¿Explica esto los datos del gráfico sobre el gasto por individuo en las distintas comunidades autónomas? Razona tu respuesta.
Como se ha citado anteriormente han nombrado a el envejecimiento de la poblaión, también al estilo de vida de las personas, las cuales no llevan del todo un estilo saludable y a causa de ello podrán tener enfermedades, como cardiovasculares y nuevas enfermedades, lo que esto lleva a un elevado gasto sanitario en medicamentos y en el servicio al paciente y la investigación a nuevos tratamientos de dichas enfermedades.

B)¿Existen otras variables que puedas imaginar?
Probablemente por la mala gestión, también por abusar de los medicamentos, de urgencias innecesarias....
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Actividad Física

Algunos estudios recientes sugieren que la clave para poder disminuir la obesidad juvenil no radica en someterse a estrictas dietas, sino que está más relacionada con la falta de ejercicio físico. A continuación, observa las tablas que muestran el porcentaje de chicos y chicas adolescentes que han realizado algún ejercicio físico en una semana.

B) ¿Qué grupos de adolescentes piensas que son los más activos físicamente? Razona tu respuesta.
Por los datos que tenemos son los que tiene de 11 a 12 años, tanto de chicas como de chicos. Son los que más actividad física practican, con más frecuencia y más dias a la semana.
C) ¿En qué grupo te encuentras tú? ¿Piensas que hace ejercicio físico?
Me identificaria con los 13- 14 años. Me gusta el deporte y suelo correr y andar con frecuencia, sobre todo andar.










martes, 9 de abril de 2013

Tema 3 - Avance de la medicina. " ¿ Existen las Medicinas Alternativas ? "

Tema 3 - ¿ EXISTEN LAS MEDICINAS PREVENTIVAS ?

Medicinas que están fuera del sistema médico oficial, no se consideran medicinas porque no están testadas científicamente no son medicamentos, AEM ( agencia española de medicamentos ) en estos casos solo la AEM se encarga de verificar su inocuidad.



Medicinas alternativas :



-Acupuntura                   - Homeopatía                       - Naturopatia 
- Aromaterapia              - Risoterapia                         - Osteopatía 
- Yoga                              - Pilates                                 - Taichi 



Son tratamientos cuya eficacia y seguridad no han sido comprobadas mediante estudios controlados y contrastados. Los preparados alternativos salen al mercado sin pasar controles.

" El elixir Milagroso "



El caso de los polvos de MELÉNDEZ, declaró medicamento ilegal por las autoridades sanitarias.

Esta actividad se define como ensayo clínico no autorizado .

El ministerio de Sanidad y Consumo no los considera verdaderos medicamentos, lo que hacen las autoridades es comprobar que son sustancias inofensivas para el organismo.

Acupuntura :



La acupuntura  es una técnica de medicina tradicional china que trata de la inserción y la manipulación de agujas en el cuerpo con el objetivo de restaurar la salud y el bienestar en el paciente.


Osteopatía :



La Osteopatía se basa en que todos los sistemas del cuerpo trabajan conjuntamente, están relacionados, y por tanto los trastornos en un sistema pueden afectar el funcionamiento de los otros. Es por tanto una práctica de tipo holistíco.El tratamiento, que se denomina manipulación osteopática, consiste en un sistema de técnicas prácticas orientadas a aliviar el dolor, restaurar funciones y promover la salud y el bienestar.

Homeopatía:

La homeopatía es una filosofía vitalista que atribuye la causa de la enfermedad a las perturbaciones sufridas por una "fuerza vital" hipotética. Estas perturbaciones se manifiestan en síntomas. Los homeópatas afirman que la supuesta "fuerza vital" tiene capacidad para reaccionar ante perturbaciones internas o externas, según lo que denominan " ley de susceptibilidad ".
De acuerdo con esta "ley" homeopática de susceptibilidad, incluso un estado mental negativo podría atraer a unos hipotéticos causantes de enfermedad denominados "miasmas", que afectarían al cuerpo provocando los síntomas de enfermedad.
 Risoterapia:
  Se conoce como risoterapia a una estrategia o técnica psicoterapeútica tendiente a producir beneficios mentales y emocionales por medio de la risa. No puede considerarse una terapia, ya que no cura por sí misma enfermedades, pero en ciertos casos logra energias positivas con las curas practicadas. Se trata en general que las sesiones de risoterapia se practiquen en grupo aprovechando el contagio de persona a persona, ya que reír en grupo no es lo mismo que hacerlo solos: de esta forma el efecto grupal estimula a los que normalmente no reirían.
Es importante aprender a reírse de uno mismo, de las capacidades limitadas del ser humano y de la vida.

La sociedad enseña a reírse de los demás en lugar de hacerlo con los demás. La risoterapia ayuda a desdramatizar las situaciones de la vida, desarrollando el espíritu competitivo y optimista. Por eso las personas que realizan risoterapia aprenden a tener una mejor visión de sí mismos, de su entorno y de sus posibilidades.

Lo básico que se debe hacer es reírse un minuto durante tres veces al día. Aunque eso parezca muy poco es lo esencial para que una persona tenga una mayor calidad de vida, siendo la risa la mejor medicina preventiva sin ninguna contraindicación.




Yoga :

El yoga  se refiere a una tradicional disciplina física y mental que se originó en la India. La palabra se asocia con prácticas de meditación en el hinduismo, el budismo y el jainismo.


Pilates :

El método Pilates, o simplemente Pilates, es un sistema de entrenamiento físico y mental creado basándose en su conocimiento de distintas especialidades como gimnasia, traumatología y yoga, uniendo el dinamismo y la fuerza muscular con el control mental, la respiración y la relajación.

Los ejercicios están fundamentalmente compuestos por movimientos controlados, muy conscientes, y coordinados con la respiración, con el fin de crear un cuerpo armonioso, coordinado, musculado y flexible. A través de la práctica, la mente va tomando conciencia de las capacidades, limitaciones, fortalezas y debilidades del cuerpo para mejorar el estado físico y mental. Es una actividad física muy técnica, donde la correcta ejecución de los distintos elementos que componen cada ejercicio es más importante que el número de repeticiones o series.

Otros dos puntos muy importantes a remarcar son la respiración y el concepto de lo que Pilates denominó el powerhouse.

Taichi :

El tai chi o tai chi chuan es un arte marcial desarrollado en el Imperio de China, practicado actualmente por varios millones de personas en el mundo entero, por lo que se cuenta entre las artes marciales que se practican más masivamente.

En los diferentes estilos y escuelas se practican diferentes ejercicios básicos tales como movimientos individuales, ejercicios de postura y de respiración, así como de meditación. Estos sirven al aprendizaje de los principios del tai chi chuan, para soltar las articulaciones, relajar el cuerpo entero y modificar poco a poco la postura con el fin de evitar sobrecargas inconvenientes de las articulaciones. Para ello con frecuencia se utilizan ejercicios de los sistemas del chi kung.